La humanidad apareció y se durmió

La humanidad apareció y se durmió

La emigración como movimiento forzado de hombres es un hecho tan antiguo como el hombre mismo, en un principio la necesidad de conseguir alimento y abastecerse hizo al hombre un nómada grupal por naturaleza, el mundo estaba a su disposición, sus límites han debido estar fijados por su capacidad de movilidad, en sus necesidades personales o de su clan, y en los peligros o dificultades que la naturaleza ponía a su camino, bien animales, o bien obstáculos geográficos naturales; en su desplazamiento con seguridad tuvo encuentros con otros, con extraños pese a ser iguales, generando también limitaciones, el encuentro con el otro se constituyó en peligro,  en otro obstáculo a vencer entre su necesidad y el alimento, obstáculo que algunos han debido resolver con violencia y muerte; con seguridad otros, los menos, lo resolvieron comunicándose para salvar ambos sus necesidades, de esta manera comprendieron la fuerza de alianzas para asentarse en un territorio y defenderlo, el hombre como especie animal demarcó territorio emanando gentilicios que surgían de fundar aldeas, ciudades y comarcas, y establecieron jerarquías y fronteras que se transformaron en autoridad y límites de protección de sus zonas territoriales, en un hogar, en un lugar de reposo donde hallar seguridad y confort, permitiendo surgir un hecho milagroso, un hombre mayor, o un guerrero, tal vez una mujer, o tal vez un niño se rompió su pierna y por primera vez no fue dejado atrás para alimento de las fieras, ese hombre, mujer, adulto, joven o niño fue cuidado hasta que pudo volver a caminar, a valerse por sí mismo, nació así la humanidad.

 

Sin embargo, la humanidad no pudo resolver el encuentro con el otro, el otro era el extraño, el diferente, en él vio peligro, miedo, incertidumbre, e inventó la guerra, lucha, destrucción y muerte, por ello y para mayor seguridad buscó extender su territorio y enfrentó a otros más, descubrió que había más extraños que vencer.

 

Toda guerra deja vencedores y perdedores, para prevenir la venganza el vencedor dispersó a los perdedores en grupos que no constituyeran peligro y en direcciones distintas, de esta manera el hombre conoció la emigración forzada y los peligros que ella conlleva, esclavizó y/o prostituyó al vencido; el éxodo forzado de grupos expuso la debilidad del hombre en su soledad y fue vendido como esclavo o prostituido. Esta práctica se mantiene pese a la retórica cada vez más sutil de políticos y gobernantes que venden humo, sueños y utopías de progreso, pese a crear leyes para presuntamente combatir la prostitución y el trafico de personas, y de hablar de migración controlada, justicia social e igualdad.

 

La realidad es que la comunidad internacional, bien a través de organizaciones mundiales o regionales, de ONG´S, o de los gobiernos nacionales directamente, todos sirven a estas prácticas, el todo conforma una estructura de negocios que les permiten distribuir y lavar dinero en grandes volúmenes con la excusa y mito de aliviar y facilitar el tránsito de los migrantes, pero, no se atacan sus causas reales, no existe interés en poner fin a las migraciones, esta omisión devela la hipocresía moral de los paises y gobernantes, manteniendo la operación, el negocio y la migración, de esta manera conservan poder y se enriquecen al convertir al hombre en objeto y razón de una supuesta humanidad.

 

De no ser cierta esta percepción la comunidad internacional se enfocaría en poner fin a sus causas, esto no ocurre ni en Europa, ni en América, ni en África, ni en el Medio Oriente, ni en Asia, sencillamente no ocurre, siguen las guerras, se fomenta el odio político, la criminalidad se alimenta, y se crean nuevas alianzas entre gobiernos “progresistas” que actúan como carteles, pero, cuyas políticas multiplican la emigración, garantizan el poder y expulsan su población para alimentar como mano de obra barata la  industria, los servicios, y el trabajo del campo en los paises receptores, este mecanismo conforma nuevas formas de esclavitud, de explotación y criminalidad que prostituye y trafica hombres, por eso a los migrantes se les detiene como delincuentes; por eso sus muertes o desapariciones a nadie importan más allá de algunas ONG que cumplen esa funcionen en el negocio.

 

Es necesario exponer con crudeza la realidad de la emigración, abrir un debate que se extienda y abarque a todos los continentes con el objeto de generar una opinión fuerte que presione políticas de verdadera humanidad, políticas que desde la comunidad internacional prevengan, impidan y pongan fin a las causas verdaderas del fenómeno migratorio, y de manera prioritaria y especial, para que el hombre busque su tiempo en contemplar y tomar conciencia plena de su manipulación, y evite elegir gobiernos que ofrecen utopías en sus paises, para que descubra la falsedad de la utopía socialista, y asuma que el bienestar justo solo se puede construir desde el trabajo y el mercado libre y honesto bajo el imperio de la Ley.

 

@PeterPaezMonzon

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