
Disponemos los pimientos en una fuente para horno forrada con papel de plata, los embadurnamos con aceite de oliva y asamos los pimientos al horno a 140 ºC durante 2 horas, aproximadamente. Pasada la primera hora de cocción, los sacamos y los cambiamos de lado.
Truco: El secreto de los pimientos asados es cocinarlos a baja temperatura para que queden tiernos y no se quemen