«Primero, es el momento en que dejas de trabajar por el resto del día y, eso, por supuesto, genera una buena sensación y, en segundo lugar, es la parte del día que oscila entre trabajar y la hora de acostarse».
Puede sorprender que los alemanes, a los que a menudo se les impone el estereotipo de trabajadores incansables y eficientes, velen por su tiempo libre de manera tan protectora.
Pero el concepto de Feierabend también está vinculado con una mentalidad muy capitalista: para que las empresas obtengan más productividad, y por lo tanto más valor, de su fuerza laboral, a los trabajadores se les debe permitir períodos claros de descanso después de sus jornadas.
«Inmediatamente, después del trabajo tienes que descansar. No puedes hacer el doble de tiempo al día siguiente», dice Backhaus. «El estrés y la recuperación van de la mano. Es como un ritmo corporal».
Para los empleados que luchan por adaptarse al trabajo remoto, y como bien lo saben muchos trabajadores independientes, uno de los mayores problemas de cumplir turnos es que no hay un final claro para la jornada laboral.
Incluso si trabajas en horarios que no son los tradicionales debido a otras demandas en tu vida o por preferencias personales, el trabajo remoto hace que sea más fácil dedicarle más horas de las que deberías a tu ámbito laboral.
Muchos alemanes dirían que se necesita una desconexión limpia, y ahí es donde Feierabend puede ayudar.